Hola!!
Al acabar el puente aquí estoy para contar el viaje que hemos hecho esta vez.
Hemos estado en Pamplona, visitando Logroño que lo teníamos cerquita. La verdad es que la idea era hacerlo a la inversa, ir a Logroño y pasarnos un día por Pamplona, pero nos quedamos sin hotel en Logroño así que encontré en Pamplona uno que me gustó y lo hicimos así. El hotel fue un acierto, de dos estrellas, cerca del centro, con parking gratuito y un restaurante que se comía genial. Se llama "Pamplona plaza". Vi comentarios la mayoría buenos, habían algunos que ponía que había ruido en las habitaciones y no se podía descansar. Nosotros no oímos ruidos, pudimos descansar perfectamente. El personal muy amable
En este viaje hemos tenido de todo un poco:
Frio, mucho frío, con la nieve al lado ¿Qué podíamos esperar?
Verdes paisajes, a los que no estamos acostumbrados en Valencia ya que no suele llover. En Pamplona y en Logroño paró pocas veces de llover, no es una lluvia fuerte pero todo el día lloviendo
En Pamplona paseamos por el casco antiguo, la calle estafeta, famosa por pasar el encierro en los San Fermines
Comimos en una tasca de por allí, nada mal por cierto, como podéis ver
Después nos pasamos por la plaza de toros que había un mercadillo navideño, con regalos, productos que podías degustar y comprar. Productos naturales como una crema para limpiar el hogar, almohadillas de semillas que se calentaban en el micro y te quitaban el frío y los dolores, todas estas cosas, fui buena y no compré mucho. Creo que el frío no me dejaba pensar en compras
Por la tarde fuimos a visitar el monumento al encierro, aquí lo tenéis
Y luego para entrar en calor, un vinito con unos pinchos. Este en concreto era de atún con cebolla y guindilla, estaba muy bueno, no picaba mucho. Mirad que pinta
Por la noche ya cansados de andar, bajamos al restaurante del hotel a picar algo para ir a dormir y se nos ocurrió pedir un bocadillo. El bocadillo era enorme, creo que después de comer eso podíamos habernos ido otra vez a andar con la energía renovada!! pero nos fuimos a dormir
Al día siguiente nos fuimos a Logroño. Paseamos por sus calles, parques, paseos, vistamos su catedral.
Y por supuesto no podíamos dejar de visitar la famosa calle del Laurel, llena de tascas donde comer sus deliciosos pinchos . Mirad la foto que variedad!!
Recorrimos varias tascas, la que menos me gustó fue una que se dedican solo hacer patatas bravas, yo esperaba que tuviera varias clases de bravas, la hay con pimentón, con salsa brava... pues no, aquí pedías una ración de bravas y la bebida, era fritas con alioli y salsa brava, de la comprada, de esa que haces en casa deprisa y en el bar no había ni un taburete para sentarse. De pié con la chaqueta puesta y tu plato de bravas exprés, lo curioso del tema es que estaba lleno
El resto de tascas muy bien, a partir de las 13h se llenó la calle y había un ambiente que me encantó
Pensábamos ir a un restaurante de carnes a la brasa que me recomendó mi amiga Ana, que es de Logroño, pero después del recorrer la calle Laurel no nos quedó hambre para más, así que seguimos con nuestro paseo y vuelta a Pamplona
Por la noche volvimos a cenar en el restaurante del hotel, como ya conocíamos el tamaño de los bocadillos pedimos uno para dos y dos tapas, una de bravas y otra de rabas. El tamaño de tapas superaba al de los bocadillos. El plato era como una fuente y la ración hacia forma de montaña, creo que me he explicado jajaja, no hice foto, lo siento, estaba ocupada intentando comerme todo aquello.
En resumen, el viaje muy bonito, divertido. La gente muy amable. Seguramente volveré pero de vacaciones, yo no creo que pudiera vivir en un sitio sin sol y casi todo el día lloviendo , aunque me acostumbraría supongo.
Espero que os haya gustado
Hasta la próxima!